Científicos perplejos ante gemelas que parecen compartir la misma conciencia
Las gemelas Hogan presentan un puente talámico
entre cerebros que nunca había sido observado y a través del cual
parecen compartir sensaciones y quizás hasta una misma mente

Se ha especulado desde hace algunos años
hasta qué punto los gemelos siameses están conectados: no sólo
fisiológicamente, sino mentalmente. El caso más sobresaliente
probablemente sea el de Krista y Tatiana Hogan, gemelos crianopagus
(unidos cranealmente). Estas niñas de
5 años de British Columbia están
interconectadas por un “puente talámico” que nunca antes había sido
visto.
La rareza de la anatomía de las gemelas
Hogan va más allá del 1 en 2.5 millones de prbabilidad de que ocurra su
condición (de esos 2.5 millones son aún menos los que logran sobrevivir
los meses posteriores al nacimiento). Resonancias magnéticas muestran
una línea conductora entre sus cerebros que conecta el tálamo cererbral,
una región que funciona como un tablero de control, un órgano de dos
lóbulos que filtra la mayor parte de los impulsos sensoriales.
En un estudio realizado, no publicado,
pero que ha sido indagado por la reportera Susan Dominus del New York
Times, se expuso a una de las gemelas a un estímulo de una luz
estroboscópica, mientras la otra era vendada de tal forma que sus ojos
no pudieran percibir la luz. Ambos cerebros se encendieron en la misma
región, responsable del procesamiento estímulos visuales.
La familia Hogan tiene numerosas
historias en este sentido. Por ejemplo cuando una de las niñas mantiene
su rostro alejada de la televisión, y la otra mira la pantalla, la que
no mira el televisor se ríe de las imágenes que pasan delante de los
ojos de su hermana. O, por ejemplo, a Krista le gusta la ketchup, y a
Tatiana no, algo que la familia descubrió cuando Tatiana intentaba
deshacerse de este condimento de su lengua, aun cuando no estaba
comiéndolo.
Las niñas usan la palabra “Yo” de manera
intercambiable, algunas veces para referirse a sí mismas como
individuos y otras como una unidad colectiva. Muchas veces se comportan
como una unidad, a veces se levantan simultáneamente y una toma un vaso
de agua para dárselo hacia la otra, como si telepáticamente hubiera
percibido el deseo de su hermana de tomar agua.
Diferentes médicos han manifestado que
la estructura cerebral de las gemelas Hogan es asombrosamente inédita, y
que presenta un caso convincente en el sentido de que tal vez no sólo
compartan estímulos sensoriales, sino también una forma de con-ciencia.
Este interés ha hecho que una productora busque realizar un reality show
sobre las gemelas y su familia.
Tan asombroso como su posible bi-unidad,
y su conciencia compartida, es el hecho de su diferencia, de que
también mantienen una individualidad y una separación (la cual por
momento se disuelve, según la reportera del New York Times,
especialmente cuando se duermen y sus expersiones parecen fusionarse,
¿acaso sueñan que son una sola?). Dice Susan Dominus sobre su firma de
beber agua: ”¿Experimenta Tatiana de alguna forma la sensación básica
de sed de su hermana, pero reconoce que surge desde fuera? ¿O la
petición del agua es susurrada de forma inaudible e incomprensible,
excepto para su hermana que está tan íntimamente conectada?”.
Este fascinante caso nos hace
reflexionar sobre la naturaleza de la conciencia, y la posibilidad de
que, unidos por el hardware cerebral o por el software cultural, ¿acaso
no todos compartimos conciencia, un fénomeno psíquico que es por
definición colectivo?
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