Jorge Reina
Pastillita para el Alma 22 – 12- 13
Navidad de grandes ilusiones
Navidad de grandes ambiciones
Navidad de grandes bendiciones
Pero, también de grandes decepciones.
Viendo tanta pobreza, mirando tanta miseria
Aturdido de múltiples ofensas y de tanta violencia
De mal tratos, peleas y guerras sin misericordia
Nunca será cierto, que D+os nos dio, su aquiescencia.
Es el hombre que olvidó la pureza de su infancia
Que perdió afectos, cariños, dados con tanta paciencia
Y de aquel, que nació puro, sin mancha, sin maledicencia
Solo queda un remedo agotado, pobre, ausente de clemencia.
De mi, se fueron volando, mis años mozos
A mis primaveras, siguieron mis fríos inviernos
A tus ausencias, llegaron los dolores presurosos
Y he quedado solo, con achaques, sin parientes, sin amigos.
Me zambullo, no en el mar de la esperanza, ni la dicha placentera
Porque los que tenemos muerta el alma, vivir, es una quimera
Pero, me resisto, alzo los brazos y reclamo al cielo, no paz duradera
Sino una tregua, para demostrar, una vez más, mi alma guerrera.
Deseo pasar, mi Navidad de viejo, con los recuerdos de mi infancia
Envuelto en las añoranzas de mí sana y linda adolescencia
Aunque parezca torpe, suspirando ayeres, con franca inocencia
Con villancicos y pastores y aromas de deliciosa fragancia.
Después me iré, sin mirar atrás, sin un sollozo, sin una lágrima
Llevando, como alforja de equipaje, solo lo que traigo encima
No quiero deber al mundo, compasión, ni un signo de lástima
Arrastraré, mi genio, que jamás se rinde, sin pena que me oprima.
Jorge REINA Noriega
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