LOS PUITES

LOS PUITES
Pastillita para el alma 18 – 04 -  14
A aquellos que les gustaba jugar “las comiditas” con sus hermanitas o sus amiguitas, entrar a la cocina, a los que tenían aficiones diferentes de jugar un partido de futbol con pelota de trapo o pococha, o los que no querían bañarse calatos o siprachos en la Sapona, la Guitarrilla, el Número 8 o la Chirola, o a aquellos, que por ser mimados y muy
salados, les dejaban crecer el pelo, los peinaban con trenzas y canelones, los ponían vestidos de mujercitas y para colmo de males les tomaban fotos que se exhibían en los estudios fotográficos de don Calixto Herrera, don Miguel Reyna, don Ubicho Cabañas o de don Augusto Jiménez, les decíamos Puites, solo por sus actitudes y nunca jamás se nos cruzó por la mente que pudiese existir un trastorno en su actividad sexual.
Sabíamos que el hombre es hombre y la mujer es mujer. Que los niños vienen de la unión del hombre con la mujer y nunca nos enseñaron que venían de París y que los traía la cigüeña, ya que no teníamos idea que existiese ese pajarraco.
El macho era macho, todo un hombre, un varón a carta cabal y las mujeres eran unas damitas, con cientos de virtudes, que eran piadosas en extremo, recatadas y pudorosas, incapaces de mostrar las piernas por encima de sus rodillas, tanto así que cuando jugaban vóley lo hacían con falda pantalón. Ninguna chica que se precie de decente iba a fumar, tomar licor o estar en la calle después de las 9 de la noche, aunque algunas traviesas y pishuras nos dejaban entrar a sus huertas, aprovechando que los viejos dormían temprano.
En esa época el transporte era a lomo de mulos y caballos y las damitas montaban en sus sillas de montar de medio lado y las que usaban pantalón para montar como los hombres se ganaban el apelativo de machonas.
El tiempo ha trascurrido y no sé desde cuando el pantalón ya era común entre las mujeres y ellas cambiaron sus calzones con blondas, amarrados con guato por trusas, tangas e hilos dental y lo que antes era común ver en las huertas  las bateas con agua calentándose al sol, o ver  las latas de  kerosene, llenas de agua, en la tushpa con abundante chamiza de tayango que nos anunciaban que era el día del baño semanal, también ahora ha desaparecido y han aparecido las duchas españolas, y los cuartos de baño con jacuzzi.
Machos éramos los que nos agarrábamos a ñeques y trompadas en el huaico, detrás del mercado, sin patearse nunca en el suelo y hasta que chorree sangre de la nariz.
Sabíamos que el ano era para que salga la “caca” pero no para que entre nada, salvo algunas veces, ese bitoque negro y cabezón, cuando uno estaba empachado y tenías la mala suerte de estar estreñido y te ponían tu lavativa con agua de malva y jabón.
Vaya que éramos inocentones los muchachos de mi tiempo, porque ya maltoncitos, recién entendíamos, que a los puites a los que les decían rosquetes, era porque cierta parte de su cuerpo, se parecían a unos dulces de harina, bañados con azúcar con un hueco en el centro y que en Lima les dicen donas.
Ahora se publica a los 4 vientos que el puite de ayer, es el homosexual o maricón que se acuesta con hombre para hacer sexo y que las lesbianas son las mujeres que se enamoran y viven sexualmente con mujeres.
Manifiestan que la homosexualidad es un derecho y de ninguna manera una aberración o trastorno sexual. Que es un sentimiento que expresa amor en su más excelsa dimensión y reclaman que el Congreso apruebe una Ley estableciendo un Contrato Civil, dicho de otra manera que se apruebe el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, que ya es un hecho en muchas naciones del mundo.
Que muchas grandes mujeres y varones de la Historia han sido homosexuales y han dejado y dejan obras en beneficio de la humanidad en general.
En realidad hay muchas controversias entre los que se oponen y los que defienden esta posición.
Los que dicen que es una anomalía congénita manifiestan que en el cromosoma 28 hay un marcador que así los identifica, o que las células del hipotálamo tienen determinadas características en su tamaño que dan como resultado  dicho trastorno sexual.
Los opositores dicen que no hay ninguna causa biológica o genética que los defina, que su conducta es adquirida y no es una enfermedad. Que los homosexuales se hacen y no nacen, que es una actitud como resultado de una sobre protección de sus progenitores y que los niños pueden ser inducidos cuando están expuestos a experiencias tempranas.
Que la presencia de enfermedades infecto contagiosas son más frecuentes entre homosexuales, así como los cánceres de la mucosa anal o la presencia de quistes de ovario y otras enfermedades genitales en las lesbianas.
Los que fundan su oposición en razones bíblicas manifiestan que D+os creó varón y hembra con la finalidad de multiplicar la especie y que tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento no se permite la unión de parejas del mismo sexo.
Sin embargo los defensores de la conducta homosexual, opinan que Jesús murió en la cruz por todos en general  y en el momento de la salvación D+os no se basa en lo que dicen los libros, que al fin y al cabo son hecho por los hombres, aunque tengan inspiración divina.
Que la presencia del amor entre las personas, no solo es una decisión de acercamiento sexual, sino una expresión de sentimientos, que muchas veces son mejores que en las parejas heterosexuales y que la presencia de enfermedades de origen sexual son por aberraciones, por malos hábitos de higiene y degradaciones, siendo casi la misma frecuencia entre los homo y heterosexuales.
Los homosexuales manifiestan que son personas sanas, que no son enfermos y que los verdaderos enfermos son los homofóbicos, cuyo odio y falta de comprensión ha determinado que aumenten los suicidios en las personas no comprendidas.
Todo este entuerto no sabemos cómo irá a terminar, lo cierto es que en esta época decir maricón, puite o rosquete, machona o lesbiana a una persona, ya no es algo que avergüenza o denigra y mientras que las aguas lleguen a su nivel, los con razón o sin razón, los defensores y los opositores sigamos manteniendo la Luz del entendimiento que nos haga mejores personas ante la sociedad y ante los ojos de D+os, buscando el bienestar y la felicidad entre las personas  de buena voluntad.
    Jorge REINA Noriega
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