El cansancio puede ser consecuencia de algunos de estos 7 hábitos que, pese a todo, es muy fácil revertir.
El cansancio crónico puede ser síntoma
de una enfermedad, eso es cierto, pero también puede ser consecuencia de
hábitos perniciosos de nuestra vida diaria que, sin embargo, son a su
manera mínimos, fáciles de modificar o erradicar y, por lo mismo,
revertir esa sensación de estar constantemente cansados que afecta a
algunas personas.
1. Desayuno sin carbohidratos
El desayuno es la comida más importante
del día, reza la consigna, a la cual cabría agregar el detalle de los
carbohidratos. Como se sabe, los carbohidratos son imprescindibles para
que el cuerpo produzca la energía necesaria para realizar todas sus
funciones, desde las más elementales hasta las más complejas. Lo que más
se recomienda a este respecto son granos enteros, frutas y vegetales (y
no harinas refinadas ni azúcar).
2. Medicamentos
El consumo de medicamentos puede forzar
la labor del hígado, haciendo que este libre toxinas que fatigan tanto a
este órgano como, por efecto paralelo, al resto del cuerpo. Si acaso
debes cumplir con un régimen de prescripción médica estricto, consulta
con tu doctor si es posible hacer algo al respecto. Pero igualmente
evitar tomar medicamentos por enfermedades que puedes remediar con
métodos alternativos y naturales o, mejor, adopta un modo de vida
saludable, la mejor forma de prevenir el malestar del cuerpo.
3. Desorden
¿La mesa donde trabajas está llena de
papeles y libros que se apilan sin fin? ¿Decenas de objetos esparcidos
caóticamente en tu lugar de trabajo? Según una investigación del
Instituto de Neurociencia de Princeton, el desorden puede hacer que
nuestro cerebro se sienta sobrecargado y, por lo mismo, sea incapaz de
concentrarse, con la consecuente fatiga que esto conlleva. La solución,
por supuesto, es simple: da un poco de orden al lugar donde
habitualmente realizas tus actividades cotidianas.

La oficina de Einstein en Princeton el día en que murió, 18 de abril de 1955 / Ralph Morse—Time & Life Pictures/Getty Images
4. Bebidas energéticas o vitaminadas
En años recientes las bebidas
energéticas y vitaminadas han causado cierta sensación en el mercado,
ganando la atención y aun el gusto de consumidores que las ingieren sin
saber que su efecto sobre el cuerpo dista de ser benéfico. Dada la alta
concentración de sustancias como las vitaminas del complejo B, taurina,
cafeína y otras similares, el cuerpo reacciona de manera opuesta al
esperado: con cansancio y no con vitalidad. ¿Por qué? Esencialmente
porque no estamos diseñados para asimilar la vitamina B de manera
aislada, que es como se presentan en estos productos, por lo cual,
cuando los bebemos, podemos sentirnos sí emocionados o eufóricos pero
también extraños y en cierto momento cansados. Quizá lo mejor sea no
consumir estas bebidas o revisar antes la etiqueta de sus ingredientes.
5. Uso de computadoras y otros gadgets
La PC, la laptop y otros gadgets
se han vuelto dispositivos de uso diario, necesario incluso. A la par,
sin embargo, se ha desarrollado algo que la Asociación Estadounidense de
Optometría definió como Síndrome de Visión de Computadora, entre cuyos
síntomas se cuentan la fatiga, la visión borrosa y dolores de cabeza. Es
posible que por tu trabajo tengas que pasar mucho tiempo frente a uno
de estos aparatos, si este es el caso, la misma asociación recomienda
hacer pausas de 20 segundos cada 20 minutos, retirando la vista de la
pantalla y fijándola en un punto a 5 0 6 metros de distancia. Asimismo,
verificar que la pantalla se encuentre al nivel adecuado para tus ojos. La luz de las pantallas, además, altera nuestros periodos de sueño.
6. No comer suficientes frutas y verduras
Las verduras y los vegetales son parte
esencial de la dieta diaria. Los micronutrientes que contienen
(vitaminas y minerales) difícilmente se encuentran en otra fuente, así
como los antioxidantes. Procura incluir en tu alimentación diaria
suficientes porciones de espinacas, col, uvas, papaya y, en general, las
que sean de tu preferencia (y también las que no), para obtener de
ellas la energía suficiente para vivir tus días.
7. Mucho ejercicio
El ejercicio es saludable y
recomendable, e incluso es capaz de inyectarnos de energía, pero procura
no excederte. Ejercitarte en demasía provoca que tus glándulas
adrenales liberen cortisol en exceso, la hormona del estrés entre cuyos
efectos se encuentra la fatiga. Por su puesto cada quien conoce su
propio cuerpo, así que, en función de este conocimiento, procura no
llevarlo al límite, recuerda que es el único que tienes.
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