UNA DEUDA QUE NUNCA SE PAGA.
Pastillita para el Alma 29 – 12 – 13

Incienso, olor a café recién pasado
Vestido negro y sombrero lavado
Ojos llorosos y párpados cerrados
Mil personajes, jamás olvidados.
Montes verdes, quejido en la puna
Brama el toro, el eco resuena
Ayer niño, ahora hecho hombre
De pan no, de justicia, tengo hambre.
El patio de mi casa, sus geranios y enredaderas
Mi viejita lavando pañuelos, sentada en sus posaderas
Mi viejo ceñudo, duro y corajudo, dándome una lección
Que más que lecciones, fueron consejos para el corazón.
No te siembres y rindas ante la vida
Pelea y lucha, que el dolor se olvida
Nunca te canses de levantar la cabeza
Que humillarse y perder, es una gran tristeza.
Se fueron y corrieron mis años
Ayer escuela y travesuras de niños
Trabajo y abundante sudor en mi frente
Grito guerrero en mi pecho, soy valiente.
Bendecido con amores y cariños a montones
A todas he amado y les pido mil perdones
La vida te señala una, siendo todas buenas
Si de algo he de avergonzarme, son de esas penas.
Mi oficio, hecho a la altura de mi raza
Sin temor, sin miedo, con mucha entereza
Arriba, D+os me mira, me protege y es mi rey
Abajo, respeto a los hombres, cumpliendo la Ley.
Caminos y senderos, he recorrido
Ayudando enfermos y al adolorido
No busco paga, tampoco honores
Solo consuelo y remedio a mis pesares.
Se acabará el tiempo, vendrán las sombras
Me iré con pena de no acabar mis obras
Llevaré un dolor que jamás se olvida
Perforando mi alma como una eterna herida.

Jorge REINA Noriega
*AYÚDAME A AYUDAR*